Vivir un downswing

El mes pasado estuve 40000 manos en negativo, en NL50 ya había estado 30000, pero como la del mes pasado ninguna había tenido. Los downswings son inevitables (al igual que los upswings), y tenemos que aprender a convivir con ellos cuando suceden.

- En nuestro cerebro tenemos una clara asociación de que el tiempo que pasamos delante del ordenador estamos ganando dinero, parte de las ganas que tenemos de jugar vienen dadas por esta asociación, sin ser la única razón en parte tenemos ganas de jugar porque ganamos. En un downswing esta asociación se debilita, y por tanto decaen nuestras ganas de jugar. Supongo que para un jugador profesional será diferente, pero los que lo tenemos como hobby al final acabamos jugando menos.

- Existe la posibilidad de cometer un error muy grave: hacer cambios en nuestro juego.
En ocasiones podemos dejar de meter apuesta de continuación en escenarios favorables, dejar de ir al showdown sin manos muy fuertes, y en general ir hacia un juego más tight y pasivo, o bien todo lo contrario, empezar a sobrejugar, con lo que las cajas vuelan (hacia nuestros oponentes).

- Dejar de jugar una temporada. Algo que hacen muchos jugadores, la tensión psicológica que provocan las rachas negativas hacen que unos días sin jugar sean un vía de escape. No obstante también me parece un error en muchos casos, ya que lo que tenemos que evaluar antes de decidir si dejar de jugar unos días para desconectar es si estamos jugando bien o no, y no los resultados. En varias ocasiones he dejado de jugar varios días, debido a que me dedicaba a regalar pasta por las mesas, sin embargo a lo largo de último downswing no fue así, por lo que no dejé de jugar.

Los downswing son también una oportunidad de demostrar que valemos para esto, en el poker además de los conocimientos es esencial la actitud. El seguir haciendo las cosas bien a pesar de estar en downswing nos dará una fortaleza respecto a nuestros oponentes.